Tengo en la cabeza un nido de cigüeñas que,
cada año, me traen arena de la playa y
conchas, estrellas de mar, trozos de barcos pirata,
monedas de reinos lejanos, huesos de hombres
ahogados, cadáveres del pasado.
Empieza a cambiar el tiempo y ellas se van,
pero me dejan sus sueños
enredados en mi pelo creciendo
y creciendo como las olas
de un temporal
¡Qué hermoso poema, Margarita! El paso del tiempo enredado en nidos de cigüeñas, arena de playa, naufragios que nos dejan los cadáveres de los afectos a nuestros pies... y con las cigüeñas que siguen su viaje, los sueños que nos quedan, los deseos de la vuelta... Envuelves los sentimientos en todo este revuelo de naturalezas admirables y nos los traes y sirves con gran sensiblidad. Felicitaciones.
ResponderEliminarSalud.
Estoy de acuerdo con Julio, es un poema bellísimo. Un lujo de lectura. Abrazos.
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