martes, 27 de mayo de 2014

No soy oruga...

No soy oruga,
no me reencarnaré en mariposa,
ni en libélula violeta,
ni en soñada cigüeña del estío.

Desapareceré
entre las luces que refleja el agua
del puerto, al que he de volver.
Pasearé con esa falda
que nunca me he puesto
junto a los perros que viven
en la calle,
flacos y humildes.

Desapareceré,
invisible, como soy.
Cuando el murmullo del mar,
su arrullo me llame desde la distancia,
y sienta su olor y su fuerza.

No soy la serpiente
que se transforma
y crece.
Desapareceré y formaré parte
del universo,
parte de todo.
Seré nada.

sábado, 24 de mayo de 2014

El suicida

Quiso volar.
Como lo hacen los peces voladores.
Salpicar a las mujeres.
Jugar con los niños.
Saltar sobre las rocas.

Quiso volar.
Liberó miles de mariposas blancas
que guardaba en su bolsillo.
Hablaban de un muñeco roto.
Frases sueltas para toda una vida.

Quiso volar.
No se lo dijo a nadie.
Saltó desde el puente.
Rozó tu nuca.
Corrió tras las aguas del río.

Como lo hacen los peces voladores.

Hablando a solas

Escribir sería una buena forma
de viajar lejos de la cárcel de piel y carne.
En su lugar hablo a solas,
saludo a las flores,
charlo con el canario.
Pero hablo a solas
porque no caben más palabras
en mi pensamiento.
Golpeo la cabeza y
veo caer una o dos letras,
arrugadas o estúpidas,
llenas de impaciencia y dolor.
No me preocupa que las pisen
o las usen para quemar la noche
en playas de San Juan.
Hablo a solas porque
también quiero ser poeta
y escupo hormigas negras,
vomito grafías que también
hablan solas,
buscando una razón de estar,
un buen motivo para seguir vivo.
No renuncia.