Aquí las olas se peinan los cabellos en las rocas,
rendidas a la tormenta
y allí barcas con estrellas
iluminan a las sirenas que se ríen con la luna.
Aquí tus dedos nudosos
de árbol viejo canta a la luz de una hoguera
y allí tus brazos morenos
tiran de la red llena de sueños.
Aquí tus ojos son negros,
inundados de largas noches de fríos inviernos,
inmensos montes cubiertos de blanco
y allí son verdes esmeraldas marinas,
reflejos de niños desnudos
jugando a las canicas.
Aquí y allí.
El mundo es pequeño.
Sale el sol, aunque un poco más tarde,
y su luz ilumina de distintos colores los paisajes, las casas,
que aquí son de la tierra
y allí son del cielo.
Aquí y allí,
las historias de los hombres son las mismas
aunque las cuentan distintos abuelos.
Aquí ellos tienen el aullido del lobo
calado hasta los huesos
y allí el grito del maíz seco.
Aquí y allí.
Somos lo que somos
aunque nunca nos ponemos de acuerdo
Qué hermoso poema. Me ha encantado leerlo. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Ramón. Feliz puente. Las navidades están cerca.
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