Apenas recuerdo tu nombre.
Siempre espero que te acuerdes de mí,
Aunque soy nadie, en medio de esta nada,
Siempre deseo que tú,
Que también eres nadie navegando
En mares de nada,
Me recuerdes
Sepas mi nombre,
Te apiades de mi dolor.
Te saludo,
Te sonrío
Con mi mejor boca,
Te sorprendes,
No entiendes,
Por qué te llamo,
Te toco.
Te pierdes
Entre olas de gente.
Tu nombre vuelve borroso,
Es lo que parece,
Junto a otros nombres de mi agenda.
Inevitablemente
Tu rostro también
Se pierde.
Muerto en calles bulliciosas.
Me gustó el poema. A veces piensas que esos encuentros podrían haber marcado nuestras vidas. Pero no ha sido así.
ResponderEliminarPD No sé si publicas ahora en los foros, pero tu poesía merecería más lecturas. El de Alaire, por ejemplo está bien. Un abrazo.
Gracias, Ramón, siempre es una alegría saber de ti. Un saludo. Margarita
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