sábado, 14 de abril de 2012

la casa abandonada

En la lejanía la música
invadía las entrañas de las lagartijas
en el jardín,
tan despeinado.
En la lejanía la risa,
que deja ecos en el vaso de leche
abandonado.
En la lejanía todos se visten de anciano.
En la memoria, nada
En la lejanía, nadie,
todo es incierto.
Sólo vidrios rotos
en la habitación de los niños,
el gesto cruel del primer amor.
A la izquierda una araña teje,
paciente,
el silencio.
A la derecha, el pasillo
donde los pasos perdieron el tiempo
y siempre culparon al tiempo
de no tener tiempo.
Sobre el lavabo
la nada escupida,
la sucia, polvorienta nada.

En la lejanía el mar y el viento
se abrazan,
se besan en la playa
se les oye venir corriendo
para inundar la vieja casa.

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