Se puso su mejor vestido.
Pintó una sonrisa.
Dibujo estrellas en sus pupilas.
Cerró la puerta con cuidado.
Dejando perfumes
En el aire,
restos de la ultima silaba.
Entre las uñas la tierra ennegrecida
Porque había cavado la tumba de sus pesadillas.
Desayunó unas lineas de agonía.
Letras huérfanas en papeles arrugados.
Y así fue
Poesía.
El viento se levantó fuerte.
Siempre lo hace.
Y detrás de las ventanas miles de rostros
Se vistieron para buscar la muerte del alma.
Las luces de los edificios iluminaron esa Nada.
Alguien gritó :
En la calle un papel!
De palabras, ideas, presagios, verdades canallas.
Y así fue
Poesía.
Y como decía al principio,
Cerró la puerta.
Ya nadie la recuerda.
No son días
No hay hombres para la Poesía.
Esa que fue un día madre y amante,
Olvidado reflejo de la luna, encallada
En una isla solitaria.
Isla de destierro en medio de un mar cibernético,
Donde no hay plazas para que los niños jueguen,
Coman pan con chocolate,
Imaginen piratas a mediodía,
Abracen la Poesía.
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