Nadie te ve.
Nadie te huele.
Nadie te toca.
Nadie te chupa.
Nadie sabe si vivo
Nadie si muerto.
En la habitación devorada por el silencio,
el tiempo se pasea entre los muebles.
El pelo se vuelve gris y los ojos
hundidos en arrugas de olvido.
Las hojas del calendario pesan
y la tarde se pasea cansada
de esperar su muerte.
lunes, 17 de agosto de 2015
viernes, 14 de agosto de 2015
volverás
Creo que volverás
con los zapatos limpios
y el traje gris de los domingos
en el tren vacío de un verano apolillado.
Volverás,
comiendo naranjas dulces
por la misma calle
donde un día paseamos.
con los zapatos limpios
y el traje gris de los domingos
en el tren vacío de un verano apolillado.
Volverás,
comiendo naranjas dulces
por la misma calle
donde un día paseamos.
jueves, 13 de agosto de 2015
Ya nadie....
Ya nadie vende su alma al diablo
ser asesinado en primaveras multitudinarias.
Se quedó pegado al papel del cuadro centenario.
Cada día nuestros ojos se alejan más
de la montaña, del Cáucaso.
Celeste, sólo celeste importa
y el deseo loco de volar como pájaro sanguinario.
ser asesinado en primaveras multitudinarias.
Se quedó pegado al papel del cuadro centenario.
Cada día nuestros ojos se alejan más
de la montaña, del Cáucaso.
Celeste, sólo celeste importa
y el deseo loco de volar como pájaro sanguinario.
Espero
La madrugada está fría.
Las farolas apagadas.
Luces de coches alumbran
el asfalto negro cerca del bar
de la esquina.
Entre jamones y madalenas,
sorbiendo un café negro,
leyendo con parsimonia
un periódico amarillento.
Con las gafas caladas
en la nariz aguileña,
los ojos glaucos indiferentes.
En la penumbra de la taberna
animada por los fulgores
del televisor sempiterno
espero
una mirada tuya.
Las farolas apagadas.
Luces de coches alumbran
el asfalto negro cerca del bar
de la esquina.
Entre jamones y madalenas,
sorbiendo un café negro,
leyendo con parsimonia
un periódico amarillento.
Con las gafas caladas
en la nariz aguileña,
los ojos glaucos indiferentes.
En la penumbra de la taberna
animada por los fulgores
del televisor sempiterno
espero
una mirada tuya.
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