Las luces flotan
dibujadas perfectamente
en línea recta.
Blancas, muy blancas.
Y si cierro los ojos
ahí siguen.
Porque me han dejado un intenso
color blanco
en mis párpados.
Blancos, muy blancos.
Y la toco
ahí siguen.
Porque su vestido es blanco,
muy blanco.
Lo mejor será dormir.
dormir en negro.
Buscar el agujero negro
donde parece que se esfuma
mi vida.
Y taparlo con el tapón del lavabo,
que es negro,
muy negro.
Podría intentar escribir con tinta
negra en el cuaderno
negro de mis sueños.
Pero no puedo.
No tengo manos,
ni pies.
Soy un monstruo dibujado en blanco,
tan blanco
que desaparezco entre sábanas ásperas
pero blancas,
muy blancas.